La Consejería de Sanidad, a través de la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria de Castilla y León, ha recopilado, en una publicación recientemente puesta a disposición de los cazadores de la región, información sanitaria de interés a tener en cuenta a la hora de realizar la actividad cinegética y consumir carnes procedentes de animales silvestres cazados.

Los cazadores en la Comunidad castellana y leonesa podrán acceder a información sanitaria de interés sobre la actividad cinegética y el consumo de carnes procedentes de caza silvestre, ya sean éstas de caza mayor o menor.

Castilla y León, con una larga y amplia tradición cazadora, posee una amplia variedad faunística en la que existe un importante número de especies consideradas legalmente cinegéticas. La carne obtenida de la caza de estas especies puede ser destinada al autoconsumo por parte de los propios cazadores o comercializada previo paso por una sala de manipulación específica, en la que los veterinarios verifican su aptitud para el consumo humano.

Al objeto de garantizar que la carne obtenida en la actividad cinegética no suponga un riesgo sanitario, la Junta de Castilla y León ha elaborado una guía en la que se recogen las correctas prácticas a seguir en la manipulación de estos alimentos, desde el momento de la captura de las piezas hasta su consumo.

La Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria, dependiente de la Consejería de Sanidad, ha editado un total de 55.000 folletos informativos y 33.000 calendarios de mesa a través de los cuales se difunden los buenos usos a seguir en relación con las carnes de caza.

Estos materiales divulgativos están siendo distribuidos, en colaboración con la Dirección General del Medio Natural de la Consejería de Medio Ambiente, entre los cazadores y también están disponible en Internet, más concretamente en la dirección web www.saludcastillayleon.es/seguridadalimentaria.

La edición de esta guía se enmarca en las actuaciones que la Agencia de Protección de la Salud desarrolla para la extensión de una cultura de seguridad en la alimentación, tanto a través del control oficial de las empresas agroalimentarias de la Comunidad como de la información dirigida a los consumidores y la formación de los profesionales.

CONSEJOS SANITARIOS PARA DISFRUTAR DE LA CAZA